¿Ha hecho alguna dieta últimamente y no ha tenido el resultado esperado? Es muy común que ocurra. Muchas personas buscan fórmulas mágicas que las ayuden a mantener la figura, pero fracasan. Hoy en día hay mil y una dietas para perder grasa y mejorar el cuerpo, todas prometen resultados duraderos y cada una tiene su particular grupo de seguidores convencidos, pero por alguna razón no les funcionan a muchos.
Quienes quieren perder peso, se imponen bajarlo en poco tiempo para verse bien. Pero para ello, sin ninguna guía o consulta profesional, intentan e intentan dietas que encuentran en la web, en revistas o por consejo de algún amigo, y estas en su mayoría promueven prácticas alimenticias que pueden ser peligrosas y poco saludables.
Las razones que llevan al fracaso cuando se intenta adelgazar cambiando de régimen alimenticio son muchas y la personalidad de cada persona juega un papel fundamental, pero existe una serie de elementos comunes a casi todo el mundo.
“Las emociones tiene que ver con nuestros hábitos alimenticios”
De nada sirve que tengamos una dieta perfecta si no sabemos por qué comemos mal, si no podemos controlar la ansiedad, los nervios, el estrés, la soledad o los estados depresivos. Las emociones mal manejadas suelen ser las que nos llevan a comer de forma incorrecta, razón por la que muchos regímenes alimenticios fracasan.
Para la nutricionista Carmen Cecilia Bustamente, muchas personas no saben que a menudo la causa del fracaso de muchas dietas o regímenes alimenticios es el factor emocional, ya que las emociones tienen un papel crucial en nuestra forma de comer.
“Existen personas que cuando están bajo estrés, se les estimula el apetito y empiezan a comer más, pero si esa persona está orientada y consciente de que su problema no es el exceso de hambre, sino que tiene un problema emocional que la hace comer de más, entonces tiene la información necesaria para manejarse y no alimentarse con la comida que no la va a favorecer“, explicó Bustamente...
Asimismo, agregó que “las emociones, el nivel de estrés que pueda tener una persona y la ansiedad, conllevan a que la persona, en ciertos casos, consuma más alimentos, en especial dulces, chocolates, como en el caso de las depresiones”.
Razones por las que fracasan las dietas: Son muchas las razones por las que una dieta puede fracasar, principalmente se debe a la falta de información y al hecho de buscar regímenes alimenticios en revistas, páginas de Internet o por sugerencia de algún amigo, en vez de asistir a un especialista. “Lo primordial es identificar la causa del problema para luego poder buscar la mejor solución”, explicó Bustamente.
Por su parte Rodríguez agregó que: “No hay que olvidar que la dieta es individualizada. Lo que le puede servir a usted quizá no le sirva a otra persona, o quizá no busque lo mismo que otro al hacer la dieta, así que lo más importante es acudir al nutricionista para que diseñe una dieta en función a lo que realmente necesita”.
Asimismo es importante destacar la influencia negativa que puede tener la sociedad en las personas, incluso generando una predisposición a sentirse inseguros con el cuerpo, motivo por el cual hacen lo que sea por verse bien y es donde se puede caer en enfermedades como anorexia, bulimia o vigorexia.
Consejos para que una dieta funcione:
1. Cuidado con las dietas de Internet o de revistas. Estas dietas son muy generales, quien las escribe no conoce la edad, sexo, estatura, peso, actividad física, hábitos o estilo de vida de la persona que desea perder peso. Es por esto que este tipo de dietas suelen fracasar; para que un plan alimenticio realmente funcione, debe tomar en cuenta todos estos factores de manera individual.
2. Asistir una sola vez a una consulta nutricional, no es suficiente. Cuando se asiste a una primera consulta, el plan alimenticio que se calcula es un plan piloto de prueba, es por esto que es importante que se siga paso a paso lo que propone el nutricionista, sin embargo, se debe realizar un seguimiento para que en las próximas consultas se pueda medir lo efectivo del plan establecido o si hay que cambiar algo para obtener un mejor resultado.
3. Es primordial no saltarse tiempos de comida. Cumplir con los tiempos establecidos de comida es muy importante. Si para perder peso se marcan cinco tiempos más las meriendas, no es algo exagerado, es una estrategia para aumentar el metabolismo, evitar el hambre y los sentimientos de ansiedad. Por esto es de suma importancia cumplirlos a cabalidad para que la dieta pueda dar el resultado esperado.
4. La fibra debe ser un una parte importante de la dieta. Los alimentos ricos en fibras como granos enteros, leguminosas, frutas y vegetales deben ser primordiales para cuidar la figura y la salud. Incluir la fibra no solo favorece a la digestión, tránsito intestinal y perfil de lípidos sanguíneos, sino que también colabora en la sensación de satisfacción alimenticia del cuerpo.
5. El tamaño de las porciones no se puede negociar. Cuando un especialista calcula las porciones de alimento para la dieta, lo hace de manera individual, medido según la estatura, género, actividad diaria, edad… por lo cual debe seguirse al pie de la letra, para lograr el cumplimiento de las necesidades nutricionales de energía y nutrientes de cada persona.
6. Evitar el azúcar, dulces, postres y demás carbohidratos refinados. Los alimentos con mayor concentración de calorías y grasas, también promueven una mayor producción de insulina generando un sentimiento de adicción que provoca a las pocas horas la reaparición del apetito, lo que conlleva a la obesidad.
7. Realizar actividad física. Una dieta puede ayudar a bajar cierta cantidad de kilos por semana, pero cuando se combina con una rutina de ejercicios regulares, la pérdida puede duplicarse. Hay que tomar en cuenta que una perdida mayor a dos kilogramos por semana es poner en peligro la salud, además de que ofrece un efecto rebote seguro, por ello no se recomienda, pero tomando en cuenta esto siempre es bueno combinar una buena dieta con una rutina de ejercicios.
No existen dietas milagrosas, y no es nada recomendable poner en riesgo la salud. Una dieta sugerida por alguien que no conoce del tema, o que lo conoce solo por encima no es lo más recomendable. Asistir a un profesional es la mejor opción, los problemas de peso no siempre se dan por las mismas razones, es por esto que el plan nutricional a seguir debe ser personalizado y establecido por un nutricionista o nutriólogo.
Es momento de dejar los pretextos de lado y comenzar desde ahora, recuerda que nada es imposible de lograr y que todo inicia primero en la mente de alguien, tú eliges si eres de los que solo sueñan o tienes lo necesario para volver realidad tus metas. Los problemas de peso son algo que se pueden controlar, siempre y cuando lo hagas de manera correcta y te dejes guiar por un profesional.
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