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domingo, 6 de abril de 2014

Conozca las causas y síntomas de la gastritis, un padecimiento silencioso.

La gastritis es una enfermedad caracterizada por la inflamación de las paredes internas del estómago. En la mayoría de los casos se presentan áreas rojizas en la mucosa debido a la irritación.
El portal www.medlineplus.gov/spanish reseña que un principio se puede percibir una leve molestia estomacal y los síntomas más fuertes pueden experimentarse en las horas o días siguientes, todo depende del tipo de gastritis. Una vez desencadenados lo más común es sentir un fuerte ardor estomacal, acompañado de naúseas persistentes (o reflujo) y mareos.
A pesar de que el apetito disminuye, consumir algún alimento puede calmar el ardor especialmente la leche. Aunque luego de hacer la digestión debido al ácido clorhídrico secretado por el estómago, puede empeorar el ardor que persistirá por un tiempo prolongado.
El dolor en la parte superior del estómago también es común. Debido a todas las molestias, lo más recomendable es no automedicarse y acudir al especialista, en este caso un gastroenterólogo que tendrá el conocimiento necesario para atenderlo.
Factores desencadenantes: Según www.clubplaneta.com.mx, en muchos casos es causada por las bacterias Helicobacter pylori o Helicobacter helmanni. No obstante, existen otros factores:
- Desorden con las horas de las comidas (comer a deshoras).
- Estrés extremo.
- Abuso de bebidas alcohólicas.
- Abuso de analgésicos (como la aspirina y los antiinflamatorios).
- Consumo de cocaína.
- Ingesta de bebidas corrosivas (como veneno).
- Reflujo de bilis hacia el estómago (reflujo biliar).
- Exceso de secreción de ácido gástrico.
Tipos de gastritis:
La misma página señala web que el primer tipo es la gastritis aguda, es totalmente curable y de un corto tratamiento para evitar daños mayores, el médico especialista se encargará de dar los medicamentos adecuados.
El siguiente tipo es la gastritis crónica, caracterizada por palidez en la mucosa gástrica con segmentos descoloridos y se observan las glándulas gástricas en menor cantidad.
Le sigue la gastritis erosiva con depresiones superficiales y múltiples.
Finalmente está la gastritis atrófica, donde destaca la desaparición de los pliegues y de los vasos sanguíneos en la pared de la mucosa...

Examen médico:
Para diagnosticar el tipo de gastritis lo más común es realizar una endoscopia. Consiste en la introducción de una cámara o lente dentro de un tubo o endoscopio a través de la boca hasta llegar al estómago.
Allí el especialista observará lo que sucede en las paredes gástricas. Se trata de un tubo muy delgado y normalmente se coloca al paciente bajo anestesia general y no dura más de una hora.
Lo más adecuado es no comer nada seis horas antes del examen. El estómago debe estar vacío durante la endoscopia para que no haya bloqueo de la cámara debido a partículas de alimentos.
Se recomienda ir con un acompañante debido a la acción posterior del sedante.
Tratamiento:
Luego de la visita al médico no es de extrañar que este recete un protector gástrico como omeprazol (Prilosec) o esomeprazol (Nexium), antiácidos (como Riopan líquido o masticable), antiespasmódicos (Pildan en gotas o pastillas) y un agente procinético digestivo para normalizar el tránsito intestinal (Dislep).
Estos medicamentos regularmente se consumirán por un mes.
Alimentos que no debe consumir:
Luego del diagnóstico el especialista, este recetará una dieta específica donde en su mayoría se prohibirán los lácteos y sus derivados, bebidas gaseosas, cítricos, consumo de carne roja solo una vez a la semana, nada de alcohol ni cigarrillo.
Las personas que ya presentan gastritis deben evitar el consumo de condimentos, mayonesa, mostaza, ketchup, mantequilla, margarina, vinagre, refrescos, chocolate, café, leche, alcohol, salsas grasas, frituras, enlatados, embutidos, condimentos y tabaco, porque agravan la enfermedad, de acuerdo a www.rpp.com.pe.
Se recomienda ingerir frutas como melón y lechoza y carnes blanca a la plancha, además se deben respetar los horarios de comida y acatar el tratamiento.
No obstante, lo más recomendable es asistir con prontitud al gastroenterólogo para que dé las indicaciones adecuadas a cada caso.

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