Objetos de uso cotidiano en todos los hogares pueden contener elementos cancerígenos, así como toxinas que afectan a nuestra memoria, que amenazan la fertilidad o que incluso causan enfermedades de hígado o de tiroides, según el portal Alter.net.
1. Velas: Mientras los fabricantes de velas insisten en que el producto final es inocuo, durante su combustión las velas liberan algunas partículas de hollín de carbono que pueden causar problemas respiratorios. Además, algunos estudios han demostrado que las velas de parafina liberan benceno y tolueno, dos componentes que pueden ser cancerígenos, mientras que los colorantes artificiales y fragancias sintéticas que a menudo se añaden a las velas, sobre todo los usados en aromaterapia, también pueden resultar tóxicos.
2. Hojas para secadora: Entre los compuestos de estas hojas aromatizantes —cuyos ingredientes exactos a veces las empresas no revelan por razones de secreto comercial— pueden figurar numerosos elementos carcinógenos, sostiene el portal Alter.net, como acetaldehído y benceno, que a largo plazo puede causar somnolencia, taquicardia y que pueden tener efectos nocivos para la médula ósea.
3. Toallitas para bebés: Los componentes de las toallitas que muchos padres usan para limpiar a sus bebés despiertan ciertas dudas desde el punto de vista sanitario, ya que para la fabricación de algunos de estos productos de cuidado personal se recurre al Bronopol, un compuesto químico antimicrobiano que a medida que se descompone puede liberal formaldehído, clasificaco por la Agencia de Protección Ambiental como potencialmente carcinógeno. El formaldehído es un compuesto orgánico volátil que puede irritar los ojos y la garganta, además de causar dolores de cabeza y mareos.
4. Rotuladores: Los rotuladores contienen cantidades significativas de disolventes químicos, entre ellos xileno, un hidrocarburo aromático neurotóxico que suele asociarse con dolores de cabeza, dificultades respiratorias y mareos.
Cabe señalar que el xileno también se utiliza como solvente industrial, y está presente en la gasolina, así como en algunas pinturas y barnices. Los pulmones lo absorden rápidamente y entra en el sistema sanguíneo casi de forma inmediata. Pese a que los efectos a largo plazo de este compuesto aún no se conocen con precisión, a las mujeres embarazadas se les recomienda evitar la exposición a los rotuladores u otros productos que emitan vapores de xileno.
5. Alfombras: Las alfombras sintéticas que contienen fibras de nailon pueden incluir un amplio abanico de compuestos con efectos tóxicos, entre ellos tolueno, bromo, benceno, formaldehído, benceno de etilo, estireno y acetona. Todos estos materiales químicos pueden causar dolores de cabeza, de garganta e irritación de ojos, alergias, confusión y somnolencia, mientras que la exposición regular y a niveles significativos a estos compuestos provoca problemas a largo plazo, como defectos del aprendizaje, deterioro de la memoria, disminución de la fertilidad o enfermedades del hígado, tiroides, ovarios, riñones y sangre.
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