La compañía Microsoft ha fijado fecha para finalizar el soporte de Windows XP y, es que el 8 de abril cesará la concesión por parte de la Marca hacia el sistema operativo.
Aunque las herramientas del software se mantendrán vigentes hasta el 2015, el sistema quedará sin respaldo en las próximas semanas; expertos del área confirman que Windows XP pasaría a quedar “clínicamente muerto”.
Sin embargo, Windows XP ha logrado compartir con sus usuarios aproximadamente 12 años, demostrando ser un mejor amigo, confidente y madre. Pero lamentablemente presentaba grandes carencias y algunos detalles que no se echaran de menos.
Estos detalles son los que incitan a sus clientes a buscar nuevas plataformas; a continuación algunas de las razones del por qué migrar de Windows XP:
1. Limitaciones de memoria RAM: Cuando Windows XP se lanzó al mercado, los requisitos de RAM en los PCs eran muy bajos. No era raro encontrar PCs con 256 MB o 512 MB de memoria RAM; por tanto, pensar en 4 GB de RAM era algo casi imposible.
Aunque habían algunas personas que deseaban incrementar su capacidad en la RAM, para Windows XP no era vital incrementar mayor a los 3 GB.
2. Soporte de hardware: Otro de los problemas de hardware que se encuentran en Windows XP era el soporte para discos duros SATA. Hoy en día los discos SATA son el estándar de mercado; sin embargo, Windows XP no soportaba esta tecnología, no incluía driver alguno para controladoras de disco SATA y esto era un problema a la hora de instalar. Hasta la llegada de Service Pack 3 en 2008 no consiguieron un soporte nativo de SATA en XP.
Son muchos los dispositivos que actualmente se lanzan al mercado y, directamente, no tienen soporte para Windows XP...
3. Paint: Aunque pueda parecer una aplicación menor, todos han usado alguna vez Paint. Windows ha ofrecido siempre una sencilla aplicación de dibujo con la que editar, de manera algo rudimentaria, imágenes en formato BMP o JPG; una aplicación espartana en funcionalidades y opciones que también se incluía en Windows XP.
Prácticamente, Paint permanecía invariante con respecto a Windows 95 y Windows 98. Tuvo que llegar Windows 7 para que Microsoft, por fin, dedicase tiempo a reformar Paint.
4. Errores ininteligibles: Los productos de Microsoft, en general, tienen una manera muy particular de indicar que se ha producido un error: ofrecen un código de error en formato hexadecimal.
Conforme Windows ha evolucionado, los mensajes de error se han hecho algo más fáciles de entender.
5. Problemas de seguridad: La seguridad ha sido una de las grandes carencias de Windows XP. Al ser un sistema tan longevo, ha habido mucho tiempo para explorar sus vulnerabilidades y bugs y, evidentemente, el fin de soporte dejará muchas incidencias sin resolver. Windows XP ha sido víctima de muchos ataques de virus.
La función de autorun de unidades USB y unidades de disco óptico también fueron un gran problema para los usuarios; las unidades USB nacieron en pleno apogeo de Windows XP y se convirtieron en la principal vía para compartir información.
6. Internet Explorer: El fin del soporte de Windows XP, pone punto y final a esas “malvadas” versiones de Internet Explorer que no seguían los estándares web y que quitaban horas de sueño a desarrolladores y diseñadores. Gracias a Internet Explorer 6, 7 y 8, con sus constantes “malas interpretaciones” del CSS, los diseñadores y desarrolladores de aplicaciones web tenían que trabajar siguiendo los estándares y, posteriormente, aplicar un CSS específico para Internet Explorer.
Para el usuario, seguramente, este tipo de cosas son transparentes pero los que trabajan en proyectos de desarrollo web, en más de una ocasión, han sufrido a Internet Explorer: webs que se visualizaban correctamente en Mozilla Firefox y Google Chrome pero, por el contrario, presentaban errores al verse con Internet Explorer.
7. DirectX 9: Microsoft desarrolló DirectX como un conjunto de APIs que permitiesen a los desarrolladores realizar tareas complejas de procesamiento de vídeo sobre sistemas Windows. La mayoría de juegos para PC se apoyan en DirectX para el aspecto gráfico y, al final se convirtió en un componente clave para los que se entretienen con los juegos en el PC.
Los juegos actuales se apoyan sobre DirectX 10 y DirectX 11, gracias a estos frameworks se puede experimentar mayor calidad gráfica y mejor desempeño; sin embargo, Windows XP se quedó estancado en DirectX 9.
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