Páginas

miércoles, 12 de marzo de 2014

¿Se puede prevenir un ataque al corazón? Toma en cuenta las cuatro señales para evitarlo.

Según especialistas de la Fundación Española del Corazón, afirman que las enfermedades cardiovasculares causan el 31,2% de las muertes, sobre todo en España. Comentan que la mitad son provocadas por el infarto de miocardio: la principal causa de muertes entre hombres y mujeres en todo el mundo.
Los ataques del corazón se producen cuando se obstruyen las arterias coronarias, lo que provoca un riego sanguíneo insuficiente y, en pocos minutos, puede causar una muerte súbita cardíaca. No obstante los paros cardíacos pueden revertirse, sobre todo si logramos verlos venir.
Aproximadamente la mitad de los pacientes con infarto presentan síntomas de advertencia antes del incidente. Estos síntomas se suceden de manera gradual, en el transcurso de varios minutos, y detectar cualquier de ellos a tiempo es esencial para evitar que el infarto provoque un daño irreparable.
Los primeros minutos a partir del momento en que se suceden los síntomas son vitales: el 75% de las muertes se producen en la primera hora desde el instante en que nos damos cuenta de que algo no marcha bien. La buena noticia es que, si actuamos rápido y llegamos al hospital a tiempo, la probabilidad de sobrevivir es del 95%.
Estas son las principales señales que pueden indicar la presencia de un ataque al corazón:...

1. Fatiga y dificultades respiratorias: La disnea, o dificultad para respirar, aparece antes de numerosos infartos, particularmente entre las mujeres, y puede comenzar meses antes de que suframos un ataque al corazón.
2. Sudoración excesiva: Sudar más de lo habitual, aunque no estemos haciendo ejercicio, puede ser una señal de que nuestro corazón tiene un problema. El bombeo de sangre a través de arterias obstruidas requiere que nuestro corazón haga un esfuerzo mayor al habitual.
3. Indigestión, nauseas y vómitos: En ocasiones los paros cardíacos vienen precedidos por problemas digestivos, que incluyen nauseas y vómitos. Estos son los síntomas más difíciles de asociar con un paro cardíaco.
4. Dolor en el pecho: Aunque no todos los infartos están precedidos de dolor en el pecho, este es el síntoma más frecuente y más fácilmente reconocible. El dolor torácico es, por lo general, prolongado (dura en torno a 15 minutos) y se percibe como una presión intensa en el pecho, que puede extenderse hasta la espalda, los brazos y los hombros, sobre todo en el lado izquierdo (zonas que pueden llegar a dolernos más que el propio pecho).
Si notamos alguno de estos síntomas lo más inteligente es acudir de inmediato al servicio médico, no siempre estos síntomas indican que vayamos a sufrir un ataque al corazón, pero es mejor prevenir que lamentar. Muchas personas no actúan con suficiente rapidez, porque el dolor no es demasiado intenso.
Como reconoció el cardiólogo, Valentí Fuster, en una de sus conferencias, “lo que de verdad resulta frustrante no es la gente que acude a Urgencias y no tiene un infarto, sino la gente que tiene el infarto y no viene, sabiendo que el 95% de las personas que mueren así las hubiéramos podido salvar. Y es algo que pasa cada día”.
Por desgracia, en torno a un cuarto de los infartos son silentes: aparecen sin dolor de pecho y ningún otro síntoma. Pero el resto, pueden evitarse si estamos atentos y aconsejamos como es debido a nuestros allegados.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario